martes, junio 16, 2009

El Angel Rojo

Invado hoy este espacio comun para traeros una "rara avis" de este pais nuestro, un personaje molesto para aquellos que lo quieren todo perfectamente clasificado y etiquetado como blanco o negro. Os hablo de Melchor Rodriguez Garcia, sevillano nacido en Triana a finales del siglo XIX, quedo huerfano de padre siendo aun un niño, y comenzo a trabajar pronto, como mucha gente en su epoca. Trato de abrirse paso como novillero, pero una cogida le obligo a retirarse en 1920. Ya entonces habia simpatizado con los movimientos anarquistas, lo que le llevo a la carcel en alguna ocasion. Se traslado a Madrid, donde continuo trabajando y colaborando con la CNT, en la que posteriormente fue ocupando diversos cargos, y de nuevo, pasando por la carcel en varias ocasiones.

Cuando estalla la guerra civil, el Gobierno de la Republica le encomienda la responsabilidad sobre las prisiones (algo que no deja de tener cierta ironia), y su principal lucha fue la de parar las ejecuciones sin juicio de prisioneros, llegando en una ocasion, a enfrentarse a un grupo de milicianos en Alcala de Henares, que pretendia linchar a varios presos del bando nacional, despues de un bombardeo de las tropas de Franco contra objetivos civiles. Se interpuso entre los presos y el grupo de linchamiento, ordenando incluso entregar armas a los presos si eso no funcionaba. No en vano se le atribuye la frase "se puede morir por las ideas, pero nunca matar por ellas".

Con esta y otras acciones, que le valieron el apodo de "Angel Rojo" por parte de los franquistas, consiguio salvar la vida de algunos personajes celebres de la epoca, como el general Agustin Muñoz Grandes, que posteriormente dirigio la Division Azul, Serraño Suñer, cuñado y ministro de Franco, el Dr. Mariano Gomez Ulla, los hermanos Luca de Tena, el locutor Bobby Deglané, o el futbolista Ricardo Zamora. Fue nombrado Alcalde de Madrid en los ultimos dias de la resistencia de la ciudad, siendo el encargado de traspasar los poderes a los franquistas cuando entraron en ella.

Al terminar la guerra, fue llevado a juicio acusado de traicion por sus actividades anarquistas y sus puestos de responsabilidad en la Republica, pidiendo para el la pena de muerte. Algunos de aquellos a los que salvo la vida, se enfrentaron a sus acusadores y acudieron a declarar en su favor, e incluso ayudaron a recoger firmas para un peticion publica. Aun si, fue condenado a 20 años de prision, aunque fue liberado a los cinco años, segun algunos por orden directa de Franco.

Durante la dictadura, siguio con sus actividades anarquistas en la clandestinidad hasta su muerte el 14 de Febrero de 1972. A pesar de seguir estando en una dictadura, y ser la CNT una organizacion ilegal, en su funeral, su feretro iba cubierto por la bandera roja y negra, y se canto el himno anarquista "A las barricadas". A ese funeral asistieron personas de muy diversas opciones politicas, desde anarquistas y comunistas, hasta falangistas y afines al regimen de Franco. Javier Martin Artajo, hermano de uno de los ministros de Franco, y uno de aquellos a los que Melchor salvo, leyo un poema y rezo un padrenuestro. Algunos han llegado a llamarle el "Schindler" español, lo que esta claro es que supo ganarse el respeto hasta de aquellos a los que les separaba una guerra.

En estos dias se le recuerda, el pasado sabado se le daba su nombre a una calle en nuestra ciudad, en el barrio de Valdezorras, cerca de una de las obras que los presos republicanos fueron obligados a construir. El Ministerio del Interior va a inaugurar un Centro de Insercion Social en Alcala de Henares con su nombre. Se ha publicado un libro sobre su vida, y otra peticion para darle su nombre a una calle en Madrid esta en curso, aunque ya algunos del llamado nacionalcatolicismo mediatico han puesto el grito en el cielo. Recordar lo que paso en aquella epoca no tiene porque separarnos, y si alguien como Franco llego a reconocer que le "caia bien ese rojillo", no entiendo porque algunos monigotes, que no tienen ni idea de lo que hablan, tienen que atacar a alguien que defendio sus ideas hasta el final, aunque eso supusiese enfrentarse a sus amigos para defender a sus enemigos, incluso arriesgando su propia vida.

Disculpad el tocho, pero tenia que escribirlo o reventaba :P

2 comentarios:

Señorita Puri dijo...

Qué buena historia. Me recuerda al pensamiento de Voltaire: "No estoy de acuerdo con su opinión, pero defenderé hasta la muerte su derecho a expresarla".
Besitos

jalocebo dijo...

Hola! creo que no nos conocemos, pero he pasado por aquí y he visto el título del post... y me ha llamado la atención.

A finales de 2009 se colocó una plaza en el barrio de Triana, de donde es originario este hombre, para recordar esa labor suya. Y me llamó la atención porque era la primera vez que oía hablar de él. Tantos años de historia en el colegio y de películas sobre la guerra civil y la dictadura, y no lo conocía.

Luego busqué un poco su historia y la verdad es que merece la pena conocerla. Una lástima que siempre nos fijemos en lo que nos separa y casi nunca en lo que nos une.

Un abrazo!!